Comentario como una casa del compañero Aberron en www.forodevigilantes.com
Varios casos que he vivido en “segunda persona” estos últimos meses, me han obligado a advertir a futuros navegantes que ansían trabajar en un sector que está en caída libre. Los que ya están y llevan tiempo como yo, sabrán perfectamente de lo que les hablo. Suponiendo que no hayan vivido esto que voy a relatar ya en primera persona:
La mayoría de servicios de seguridad privada suelen ser de cara al público y trabajando con empleados del lugar a proteger. Normalmente, solemos caer en la trampa de entablar conversación e ir adquiriendo cierto grado de amistad con el personal donde desempeñamos nuestras funciones, y eso es un craso error como la copa de un pino. Algunos, incluso, llegan a creerse que forman parte de la plantilla del centro donde trabajan. Y eso, a la larga, es un problema. Cuando damos demasiada confianza se pierde el respeto, y el respeto es una herramienta poderosa en nuestra profesión. Esa pérdida de respeto y el grado excesivo de confianza que se adquiere con el personal puede causarnos un problema a la hora del desempeño de nuestras funciones.
Primeramente, he de decir, que los responsables de los centros donde estaremos, ya sean centros comerciales, comercios, fábricas, etc, y donde su máxima preocupación es la del hurto interno por parte de los empleados, y que suele suceder con más frecuencia de la que nos creemos, no suelen ver con buenos ojos que el personal de seguridad confraternice con "su" personal. Y menos cuando está la posibilidad que algún empleado pueda cometer un robo o un hurto, y el vigilante, el que lo tiene que parar llegada la hora de la verdad, sea "pasota" en su actuación y no atienda a sus obligaciones:
Ley de Seguridad Privada 5/2014, art 32
a)Ejercer la vigilancia y protección de bienes, establecimientos, lugares y eventos, tanto privados como públicos, así como la protección de las personas que puedan encontrarse en los mismos, llevando a cabo las comprobaciones, registros y prevenciones necesarias para el cumplimiento de su misión.
Nuestra obligación es no sólo controlar al que viene de fuera, si no al que está ya dentro. Es por eso que si ya hay una línea imaginaria marcada por nosotros mismos, esa línea que hemos trazado y que no deja pasar la confianza, camaradería y amistad con ese personal, nos será de gran ayuda cuando tengamos que hacer una intervención contra ese personal con el que tenemos que trabajar a diario, evitándonos de por sí una situación violenta y comprometida cuando llegue el momento. La amabilidad y la cordialidad, valores éticos que debemos transmitir siempre, no deben ser confundidos con otros tipos de "sentimientos". Y si alguien se confunde debemos cortar de raíz esa confusión para evitar siempre un mal mayor, que en última instancia puede provocar nuestro despido o traslado. Estamos para trabajar y servir, no para ser colegas y compadres de nadie. Trabajamos para una empresa de seguridad con unas directrices claras y unos cometidos establecidos por ley. El resto es solo viento que trae problemas.
Aberron
Un saludo compañeros
El escrito pienso yo que tiene mucho valor documental en ayuda de algunos vigilantes que se dejan llevar por el compadreo con algunos empleados clientes, buenos consejos si señor.
gracias amigo Aberron
www.forodevigilantes.com
Varios casos que he vivido en “segunda persona” estos últimos meses, me han obligado a advertir a futuros navegantes que ansían trabajar en un sector que está en caída libre. Los que ya están y llevan tiempo como yo, sabrán perfectamente de lo que les hablo. Suponiendo que no hayan vivido esto que voy a relatar ya en primera persona:
La mayoría de servicios de seguridad privada suelen ser de cara al público y trabajando con empleados del lugar a proteger. Normalmente, solemos caer en la trampa de entablar conversación e ir adquiriendo cierto grado de amistad con el personal donde desempeñamos nuestras funciones, y eso es un craso error como la copa de un pino. Algunos, incluso, llegan a creerse que forman parte de la plantilla del centro donde trabajan. Y eso, a la larga, es un problema. Cuando damos demasiada confianza se pierde el respeto, y el respeto es una herramienta poderosa en nuestra profesión. Esa pérdida de respeto y el grado excesivo de confianza que se adquiere con el personal puede causarnos un problema a la hora del desempeño de nuestras funciones.
Primeramente, he de decir, que los responsables de los centros donde estaremos, ya sean centros comerciales, comercios, fábricas, etc, y donde su máxima preocupación es la del hurto interno por parte de los empleados, y que suele suceder con más frecuencia de la que nos creemos, no suelen ver con buenos ojos que el personal de seguridad confraternice con "su" personal. Y menos cuando está la posibilidad que algún empleado pueda cometer un robo o un hurto, y el vigilante, el que lo tiene que parar llegada la hora de la verdad, sea "pasota" en su actuación y no atienda a sus obligaciones:
Ley de Seguridad Privada 5/2014, art 32
a)Ejercer la vigilancia y protección de bienes, establecimientos, lugares y eventos, tanto privados como públicos, así como la protección de las personas que puedan encontrarse en los mismos, llevando a cabo las comprobaciones, registros y prevenciones necesarias para el cumplimiento de su misión.
Nuestra obligación es no sólo controlar al que viene de fuera, si no al que está ya dentro. Es por eso que si ya hay una línea imaginaria marcada por nosotros mismos, esa línea que hemos trazado y que no deja pasar la confianza, camaradería y amistad con ese personal, nos será de gran ayuda cuando tengamos que hacer una intervención contra ese personal con el que tenemos que trabajar a diario, evitándonos de por sí una situación violenta y comprometida cuando llegue el momento. La amabilidad y la cordialidad, valores éticos que debemos transmitir siempre, no deben ser confundidos con otros tipos de "sentimientos". Y si alguien se confunde debemos cortar de raíz esa confusión para evitar siempre un mal mayor, que en última instancia puede provocar nuestro despido o traslado. Estamos para trabajar y servir, no para ser colegas y compadres de nadie. Trabajamos para una empresa de seguridad con unas directrices claras y unos cometidos establecidos por ley. El resto es solo viento que trae problemas.
Aberron
Un saludo compañeros
El escrito pienso yo que tiene mucho valor documental en ayuda de algunos vigilantes que se dejan llevar por el compadreo con algunos empleados clientes, buenos consejos si señor.
gracias amigo Aberron
www.forodevigilantes.com
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