Sector de seguridad privada en España ,persepectiva vigilantes
Como bien ha publicado en diversos medios de comunicación el señor Don Esteban Gandara, Comisario Jefe de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana, en España hay una media de 100.000 vigilantes trabajando en el sector, a pesar de que la Policía Nacional haya habilitado a más de 200.000.
Es una pena que a nadie parezca importarle el por qué de esta diferencia entre habilitaciones otorgadas y vigilantes reales trabajando en el sector.
Intrusismo profesional
En este sector el intrusismo supera el 40 por ciento. Es decir, de la cifra de 100.000 la figura del auxiliar de servicios supera los 40.000.
Esta figura es ilegal, dado que no está tipificada ni en la ley de seguridad privada ni tampoco en su reglamento, y los principales promotores de esta idea no son solo las empresas de seguridad sino los clientes.
Paradójicamente el mayor cliente de la seguridad privada de nuestro país es el Estado, incluyendo a las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos. Estas Instituciones, por abaratar costes con sus policías, utilizan la figura del vigilante de seguridad para proteger sus instalaciones públicas. Esto sería correcto si pusiesen los medios para verificar que verdaderamente son vigilantes de seguridad y no otra cosa.
Imagen del vigilante de seguridad
Continuamente vemos en los medios, cómo la figura del vigilante de seguridad se ve involucrada con porteros de discoteca, mercenarios o personas que por llevar el uniforme de una compañía de seguridad golpean hasta la saciedad a usuarios de metro, discotecas, etcétera. Eso NO ES un vigilante de seguridad.
Ley de seguridad privada obsoleta
La ley de seguridad privada ya no se ajusta a la realidad del sector; un ejemplo claro es que los vigilantes de seguridad pueden portar armas de guerra y usarlas pero legalmente no están protegidos ante una agresión que puedan padecer y padecen en el desempeño de sus funciones. No son autoridad y se ven desamparados ante la ley como ha pasado muy recientemente con un compañero en Sevilla.
La solución a este problema pasaría porque una agresión a un vigilante sea un delito contra la autoridad; estas soluciones son fáciles si verdaderamente interesa no tener más vigilantes muertos por nada.
Convenio colectivo
Los Vigilantes de seguridad llevamos años reclamando un convenio que regule - aparte de nuestro salario, el cual es irrisorio - unas condiciones laborales que se ajusten a derecho; por ejemplo, que en materia laboral, la frase "necesidades del servicio" no valga para hacer dobles o triples turnos.
Actualmente los calendarios laborales son inexistentes: las 1782 supuestas horas anuales de jornada se duplican en el 90% de los casos como bien ha confirmado APROSER, la asociación de empresas de seguridad mayoritaria en el sector.
Las posturas a la hora de negociar un convenio digno son tan lejanas que a pesar de que el tribunal supremo ya ha dictado sentencia por dos veces sobre el cálculo de la hora ordinaria y la extraordinaria, las patronales afectadas son las que verdaderamente han pagado las horas extras en nómina.
Economía sumergida
Esta palabra está de actualidad en el debate político; según el ministro de trabajo Corbacho, el 19.8 % del PIB es economía sumergida. Me gustaría que en ese debate político se dijese qué porcentaje del mismo asignaría a algunas empresas de seguridad y si las va a cerrar o sancionar al menos... porque nuestra lucha es legitima!
Es una pena que a nadie parezca importarle el por qué de esta diferencia entre habilitaciones otorgadas y vigilantes reales trabajando en el sector.
Intrusismo profesional
En este sector el intrusismo supera el 40 por ciento. Es decir, de la cifra de 100.000 la figura del auxiliar de servicios supera los 40.000.
Esta figura es ilegal, dado que no está tipificada ni en la ley de seguridad privada ni tampoco en su reglamento, y los principales promotores de esta idea no son solo las empresas de seguridad sino los clientes.
Paradójicamente el mayor cliente de la seguridad privada de nuestro país es el Estado, incluyendo a las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos. Estas Instituciones, por abaratar costes con sus policías, utilizan la figura del vigilante de seguridad para proteger sus instalaciones públicas. Esto sería correcto si pusiesen los medios para verificar que verdaderamente son vigilantes de seguridad y no otra cosa.
Imagen del vigilante de seguridad
Continuamente vemos en los medios, cómo la figura del vigilante de seguridad se ve involucrada con porteros de discoteca, mercenarios o personas que por llevar el uniforme de una compañía de seguridad golpean hasta la saciedad a usuarios de metro, discotecas, etcétera. Eso NO ES un vigilante de seguridad.
Ley de seguridad privada obsoleta
La ley de seguridad privada ya no se ajusta a la realidad del sector; un ejemplo claro es que los vigilantes de seguridad pueden portar armas de guerra y usarlas pero legalmente no están protegidos ante una agresión que puedan padecer y padecen en el desempeño de sus funciones. No son autoridad y se ven desamparados ante la ley como ha pasado muy recientemente con un compañero en Sevilla.
La solución a este problema pasaría porque una agresión a un vigilante sea un delito contra la autoridad; estas soluciones son fáciles si verdaderamente interesa no tener más vigilantes muertos por nada.
Convenio colectivo
Los Vigilantes de seguridad llevamos años reclamando un convenio que regule - aparte de nuestro salario, el cual es irrisorio - unas condiciones laborales que se ajusten a derecho; por ejemplo, que en materia laboral, la frase "necesidades del servicio" no valga para hacer dobles o triples turnos.
Actualmente los calendarios laborales son inexistentes: las 1782 supuestas horas anuales de jornada se duplican en el 90% de los casos como bien ha confirmado APROSER, la asociación de empresas de seguridad mayoritaria en el sector.
Las posturas a la hora de negociar un convenio digno son tan lejanas que a pesar de que el tribunal supremo ya ha dictado sentencia por dos veces sobre el cálculo de la hora ordinaria y la extraordinaria, las patronales afectadas son las que verdaderamente han pagado las horas extras en nómina.
Economía sumergida
Esta palabra está de actualidad en el debate político; según el ministro de trabajo Corbacho, el 19.8 % del PIB es economía sumergida. Me gustaría que en ese debate político se dijese qué porcentaje del mismo asignaría a algunas empresas de seguridad y si las va a cerrar o sancionar al menos... porque nuestra lucha es legitima!
Publicado en http://www.forodeseguridad.com/artic/reflex/8142.htm
josepmarti
foro de vigilantes de seguridad y noticias
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